Diciembre 9 de 2009
COPENHAGUE, DINAMARCA — El tema clave ahora es si los líderes mundiales convertirán la crisis climática en una oportunidad para las actuales y futuras generaciones. La Cumbre del Clima de Copenhague nos ofrece un momento de definición en nuestra historia como la familia global humana.
¿Serán capaces nuestros líderes de sacar al planeta del caos climático o nos conducirán irreversiblemente hacia él?
Copenhague es donde los lídres mundiales deben honrar su promesa de evitar el cambio climático catastrófico. Cientos de millones de personas en todo el mundo, de Bangladesh a Bélgica, de Estados Unidos a Uganda, del Pacífico al Caribe están llamado a que se firme un acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante.
Todas las piezas del rompecabezas están sobre la mesa: una reunión con más de cien jefes de estado presentes, los elementos claves del texto legal y más de 20 mil delegados y el llamado mundial a actuar.
En este momento, la voluntada política es la única cosa que falta. Las negociaciones sobre cambio climático nunca habían tenido esta coyuntura ideal y no debe ser desperdiciada”.
Ahora es el momento de dejar de hablar y comenzar a actuar.
En las pasadas semanas hemos visto a las economías emergentes el poner nuevos compromisos sobre la mesa. Ahora toca que en la reunión de los líderes de la Unión Europea de finales de esta semana se llegue a nuevos acuerdos, el principal de ellos debe ser la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un 40% para 2020 .
Ahora es nuestro momento para trascender las barreras entre norte y sur, entre países pobres y ricos, entre desarrollados y en desarrollo y para reconocer que si asumimos este reto, podremos generar una vida pacífica, sustentable y próspera para nuestros hijos nietos o bien todos naufragaremos juntos.
Greenpeace hace un llamado a todos los asistentes a la Cumbre Climática de Copenhague para que se acuerde un tratado legalmente vinculante que incluya:
Un recorte de emisiones del 40% para 2020 por parte de los países industrializados (sobre los niveles de 1990)
140 billones de dólares USA anuales por parte de los países industrializados para que los países en desarrollo puedan luchar contra los efectos del cambio climático y detener la deforestación.
COPENHAGUE, DINAMARCA — El tema clave ahora es si los líderes mundiales convertirán la crisis climática en una oportunidad para las actuales y futuras generaciones. La Cumbre del Clima de Copenhague nos ofrece un momento de definición en nuestra historia como la familia global humana.
¿Serán capaces nuestros líderes de sacar al planeta del caos climático o nos conducirán irreversiblemente hacia él?
Copenhague es donde los lídres mundiales deben honrar su promesa de evitar el cambio climático catastrófico. Cientos de millones de personas en todo el mundo, de Bangladesh a Bélgica, de Estados Unidos a Uganda, del Pacífico al Caribe están llamado a que se firme un acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante.
Todas las piezas del rompecabezas están sobre la mesa: una reunión con más de cien jefes de estado presentes, los elementos claves del texto legal y más de 20 mil delegados y el llamado mundial a actuar.
En este momento, la voluntada política es la única cosa que falta. Las negociaciones sobre cambio climático nunca habían tenido esta coyuntura ideal y no debe ser desperdiciada”.
Ahora es el momento de dejar de hablar y comenzar a actuar.
En las pasadas semanas hemos visto a las economías emergentes el poner nuevos compromisos sobre la mesa. Ahora toca que en la reunión de los líderes de la Unión Europea de finales de esta semana se llegue a nuevos acuerdos, el principal de ellos debe ser la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un 40% para 2020 .
Ahora es nuestro momento para trascender las barreras entre norte y sur, entre países pobres y ricos, entre desarrollados y en desarrollo y para reconocer que si asumimos este reto, podremos generar una vida pacífica, sustentable y próspera para nuestros hijos nietos o bien todos naufragaremos juntos.
Greenpeace hace un llamado a todos los asistentes a la Cumbre Climática de Copenhague para que se acuerde un tratado legalmente vinculante que incluya:
Un recorte de emisiones del 40% para 2020 por parte de los países industrializados (sobre los niveles de 1990)
140 billones de dólares USA anuales por parte de los países industrializados para que los países en desarrollo puedan luchar contra los efectos del cambio climático y detener la deforestación.
Detener la deforestación de los bosques tropicales a finales de 2020.
Los países empobrecidos deben reducir el crecimiento de sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 15-30% para 2020, con el apoyo de los países desarrollados.
—Kumi Naidoo /Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional
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